Rumbo a Gaza

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miércoles, 1 de abril de 2009

Wadi Fara y Wadi Kelt

Hoy: senderismo. Tomamos la carretera desde Ramallah en dirección al cruce con la vía que lleva desde Jerusalem al Mar Muerto y paramos en el punto donde está la entrada al Parque Natural de Fara. Desde allí queremos andar hasta llegar a Jericó cruzando ese parque y el Cañón del Qelt (Wadi Kelt). Aunque está en territorio de Cisjordania el control es israelí excepto en los aledaños de Jericó ya que esta zona natural es limítrofe con varios asentamientos.

El camino está bastante bien señalizado con marcas de color e indicaciones de dirección. Desconocía la distancia real a caminar y la dificultad del trayecto. El resultado fueron diez horas de marcha por algunos sitios con zonas algo comprometidas y que requerían de cierta audacia. No está hecha ni para cualquier persona ni para un paseo tranquilo.

En línea recta la distancia sería de 25 kilómetros, pero lo serpenteante y escarpado del camino hace que sean realmente unos 40 kilómetros los que se andan hasta llegar a la Ciudad de la Luna.

El itinerario está plagado de pozas y remansos para el baño, pequeños saltos de agua, multitud de aves y pequeños mamíferos y hasta una pequeña garganta que modestamente compite con la maravilla natural de Petra.

Hay formaciones rocosas curiosas, como un puente natural que una vez cruzado y visto desde el lateral del camino da vértigo de haber sido transitado.

Un par de monasterios cristianos están escondidos en enclaves privilegiados y medio excavados en la roca.

También hay una zona habitada por agricultores y ganaderos palestinos similar a un pequeño oasis alimentado por el agua que procede de un acueducto, así como varios poblados beduinos en los laterales de las escarpadas montañas.


Lo curioso de muchas de esas montañas es su altura: hay una que en su cima tiene 143 metros BAJO EL NIVEL DEL MAR. Está muy cerca de Jericó, la ciudad habitada más antigua del mundo y que se encuentra a 300 metros bajo el nivel del mar a escasos 15 kilómetros del Mar Muerto, el punto más bajo de la tierra con 400 metros bajo el nivel del mar.

Es una buena jornada a tener en cuenta para los amantes del senderismo y fuera de los circuitos turísticos (en esas diez horas solo encontramos siete u ocho personas en todo el trayecto).

2 comentarios:

  1. Según he leído por ahí, bajo casi todos los parques naturales de Israel hay restos de 4 o 5 aldeas palestinas que se arrasaron en 1948... La ruta tiene una pinta genial... Seguro que los que vivían allí la sabían apreciar igual que la apreciaste tú!

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  2. Efectivamente. Se pueden ver los montones de piedras que quedan de esas aldeas, por supuesto sin mencionar su origen y señalándolas simplemente como "ruinas". En Wadi Kelt ya se encuentran agricultores y ganaderos palestinos además de unos cuandos beduinos. Desde ese punto hasta Jericó obviamente ya no se ven israelíes haciendo trekking.

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